La arquitectura básica se le dieron hace 24 siglos los colonizadores griegos, y está dividido en parcelas rectangulares delimitadas por muros de piedra seca. El campo está atravesado por vías principales que lo atraviesan de un modo regular longitudinal y transversalmente. La parcelación de la llanura de Stari Grad representa una de las obras maestras de la cultura griega y la zonificación catastral mejor conservada del Mediterráneo. El campo está incluido en la lista del patrimonio cultural mundial de la UNESCO. Hoy en día, aquí se cultivan vides, olivos, lavanda, algarrobos, almendras e higos

La casa de verano fortificada del autor de la primera epopeya realista del Renacimiento croata «La pesca y la queja de los pescadores» («Ribanje i ribarsko prigovaranje»), es el edificio más famoso y uno de los símbolos de Stari Grad. Poeta renacentista, pensador cristiano y constructor, construía esta fortaleza durante mucho tiempo y con mucho cuidado, y ella para él era tan importante como su obra literaria capital. Al construir su casa de verano, Hektorović hizo realidad su idea de crear un microcosmos – un mundo pequeño y cerrado donde todas las criaturas de Dios – peces, pájaros, plantas y personas – tienen un espacio para vivir

De todas las pequeñas plazas que abundan en Stari Grad, la más pintoresca es la plaza Škor. Esta plaza se creó durante los siglos XVII y XVIII sobre aguas del mar poco profundas y en su día albergó un astillero que se rellenó y del cual la plaza obtuvo su nombre (škor proviene de la palabra škver, que significa astillero en el dialecto dálmata). Este espacio curvo en el que vive una Dalmacia mítica está rodeado por las características casas de trabajadores dálmatas con pintorescos luminari (tipo de montantes), sulari (tipo de balcones) y escaleras