La fortaleza de Klis, cuyas referencias escritas datan ya del siglo V, está situada en un acantilado escarpado entre los macizos montañosos de Kozjak y Mosor. Su principal atractivo es la impresionante vista panorámica de la ciudad de Diocleciano, Split, y las islas circundantes, pero la fortaleza también cuenta con un relato histórico impresionante. Erigida en una posición estratégica excepcional, tenía una crucial importancia militar y desempeñaba el papel de una especie de guardián de las ciudades dálmatas. Durante siglos sufrió ataques de fuerzas enemigas hasta que se doblegó ante los turcos en el siglo XVI. Hoy en día, la fortaleza se considera un ejemplo del edificio de arquitectura de fortificación más bello de Croacia y más allá

La histórica unidad militar de los «uscoques de Klis», que defendió tenazmente la fortaleza contra el ataque de los ocupantes, dejó una huella imborrable en la historia de Croacia. Demostraron su combatividad y valentía principalmente en la lucha contra los otomanos, de quienes defendieron el fuerte con éxito durante dos décadas. El papel fundamental en la defensa de la fortaleza perteneció al héroe legendario Petar Kružić, comandante de los uscoques, al que los turcos mataron en una de las batallas decapitándolo. Aunque no era noble, se le concedió el título de príncipe por sus destacados méritos en la defensa del fuerte

En la aldea de Brštanovo cerca de Klis encontrará una maravillosa atracción en plena naturaleza – los pozos de Rajčice. Se trata de diez antiguos pozos construidos en forma de muros de piedra seca circulares que en el antaño tenían una gran importancia para la población local que sacaba de allí agua para sus familias y su ganado. La leyenda incluso dice que los pozos nunca se secaron. No hay mucha información sobre este fenómeno, pero en algunas constancias también se les llama «pozos romanos», lo que quiere decir que ya llevan siglos existiendo allí