Vis tiene una belleza específica. Debido al largo período de aislamiento, evitó la comercialización y construcción excesiva, preservando así el auténtico encanto mediterráneo y la naturaleza virgen. Eso también se reflejó en las playas, en las que no hay grandes muchedumbres, en su mayoría se les designa el epíteto de «divinas», y el mar es tan claro que se puede ver el fondo. Báñese en las playas arenosas de Stončica, Milna y Zaglav o en la cala de guijarros de Srebrna

En el lado sur de la isla de Vis, en la isla deshabitada de Ravnik, se encuentra la Cueva Verde (Zelena špilja). Es una maravillosa obra de naturaleza virgen en el mar Adriático. Es un destino favorito de los navegantes, y durante la Segunda Guerra Mundial, pequeños buques de guerra también encontraban refugio allí. El nombre de «Verde» lo recibió del reflejo verdoso del mar, que es consecuencia de la abundancia de algas verdes que se encuentran en el fondo de las rocas de la entrada. La cueva es espaciosa, con dos entradas grandes, y se permite nadar. Ya en la entrada, le llamará la atención el gorjeo de los pájaros que han encontrado su refugio precisamente en la cueva

La Cueva de la Reina (Kraljičina špilja) se encuentra en el lado norte de la isla de Vis y se encuentra entre los hallazgos arqueológicos del Neolítico y la Edad del Bronce Final. Su nombre proviene de una leyenda que afirma que la cueva fue el hogar de la reina iliria Teuta. La composición de la cueva es bastante real: consta de cinco salas y pasillos que las conectan. Algunos de los canales de la cueva todavía están inexplorados. La Cueva de la Reina es preciosa, pero es mucho más difícil de acceder que las otras cuevas. No es una cueva marina como las demás, y para llegar a ella hay que caminar una hora por un sendero estrecho, al este de la pequeña aldea de Oključna