Milna es el centro náutico de Brač equipado con excelentes puertos deportivos. Debido al suave clima mediterráneo, el mar extremadamente limpio y su ubicación aislada que lo protege de los vientos, es un refugio ineludible para los navegantes de mayo a octubre

La tierra árida de Brač es rica en piedras, y para que pudiera dar frutos, en el pasado la gente local sacaba las piedras del suelo y las apilaba. Así se crearon los muros de piedra seca y las «bunje» – lindas casitas de piedra que servían para el descanso del trabajo físico o como almacén de herramientas

Deje tiempo para relajarse en hermosas calas escondidas con mar cristalino. A su disposición se encuentran numerosas calas de guijarros, algunas de las cuales han sido arregladas como zonas de baño y otras aún conservan el encanto de la naturaleza virgen. Báñese en las calas de Osibova, Lučica, Maslinova…

La iglesia fue construida en estilo barroco por Ignacije Macanović de Trogir en 1783. Los constructores de Brač le ayudaron en esto, y la iglesia presume de una lujosa fachada y escalones de piedra que conducen a la iglesia. El alto campanario de piedra es más antiguo que la propia iglesia y fue construido por Trifun Bokanić en el siglo XVI. A los amantes del arte les encantarán numerosas obras de arte y pinturas sacras, entre las que destaca el cuadro de la Anunciación con un joven Gabriel y la figura de María, que es obra del pintor veneciano Gaspare Diziani del siglo XVIII. Hoy la iglesia es un bien cultural protegido

Un hermoso sendero de 2 kilómetros conduce desde Milna hasta la cala de Osibova, donde tradicionalmente se realiza el vía crucis. En este camino se construyeron 14 capillas de piedra del vía crucis, gracias a la familia Skarneo, que las hizo construir a finales del siglo XVIII. En Osibova, una de las calas más tranquilas y hermosas de Brač, también se encuentran una pequeña iglesia de San José y una pequeña iglesia de San Juan Bautista, que los fieles visitan frecuentemente