La Casa del Hombre Feliz
Sólo un poco es necesario para ser feliz, y eso lo sabía el dueño de una casa de piedra en Omiš, en la que todavía se encuentra conservada la inscripción en latín: Te doy gracias, Señor, por haber estado en este mundo. Los habitantes de Omiš le tienen un cariño especial y por eso recibió el nombre de La Casa del Hombre Feliz. Venga usted también por su dosis de felicidad